Después de llegar puntuales a nuestra cita con Alberto Haj-Saleh en el barrio de Lavapiés, nos sentamos a disfrutar del buen tiempo primaveral y de alguna que otra cerveza. Lo primero que me dice Alberto nada más colocar la grabadora es: «Yo ya no recuerdo por qué ibas a entrevistarme». La frase, lejos de ser desesperanzadora o una falta de respeto, es una marca clara de su ajetreada vida o, más bien, labor cultural. Alberto Haj-Saleh, periodista de formación, está ligado al periodismo cultural desde la concepción de su portal, Libro de Notas, en el año 2006, a lo que habría que sumar su experiencia como redactor o freelance para diferentes medios. Rápidamente refrescamos la memoria y aclaramos que el motivo de la entrevista es la colección Memento Mori.
Para aquellos que desconozcan Memento Mori solo diré que es una pequeña colección dedicada a la literatura pulp y de género (entendiendo por género el terror como tal) en lengua española. Editados en papel barato y con un formato perfecto para su transporte, mantienen el espíritu de la literatura popular y asequible.
¿Cómo surge el sello Memento Mori?
Memento Mori es un sello dependiente de la editorial Alegoría, editorial sevillana dedicada a la publicación y edición de libros de texto y «poetas octogenarios». Es una editorial muy diversa y el éxito les llegó gracias a un libro titulado Ocho filósofos, un libro de texto que revisa esta materia propia de bachillerato para preparar a los alumnos. Uno de los dos editores, Carlos, escribió este libro para ayudar a sus alumnos y se ha convertido en su best-seller. La editorial fue creada ex profeso para encargarse del libro y, a partir de ahí, fueron llegando otros proyectos.
Una buena noche de cervezas mi amiga y segunda editora de Alegoría me preguntó si tenía alguna idea para publicar. Ya tenía en aquel entonces la idea de Memento Mori y no dudé en proponerla. El sello es completamente diferente a lo que tienen la costumbre de editar, pero por otro lado tienen la intención de editar todo aquello que caiga en sus manos (y que merezca la pena), por lo que el proyecto se puso en marcha.
¿Cuándo nace esta bonita amistad editorial?
Si la memoria no me falla, Memento Mori surge a finales del año 2012 y ha editado cuatro números. Que son: Perros del desierto, de Francisco Serrano, Nigromancia en el Reformatorio Femenino, de John Tones, Una bala a Dios y otra al Diablo, de Guillermo Zapata y La Escuela Nocturna, de Noel Ceballos.
Y ahí se queda la cosa, ya que tu colaboración con la editorial llega a su fin, ¿cierto?
No estoy tan seguro de que se quede ahí la cosa, lo que sí es seguro es que mi trabajo ahí ha terminado. Yo quería emprender otros caminos y hacer cosas diferentes, pero la idea surge directamente de mí, por lo que no tendría mucho sentido que la editorial mantuviese el sello.
Memento Mori funcionaba prácticamente como una editorial autónoma. La infraestructura dependía de Alegoría —toda la contabilidad, los pedidos y la impresión—, pero el resto, lo que podríamos llamar la parte artística, dependía de mí. Yo elegía los autores, elegía las portadas, elegía los temas y los textos y ejercía como editor en toda regla.
¿Cómo decides entonces convertirte en editor de un sello dedicado a la literatura de género?
Lo primero es decir que yo no soy un lector de pulp; me gustan mucho la ciencia ficción, el noir y el policíaco. Por ejemplo, el terror no es mi género en absoluto, pero sí me rodeo de un círculo de amigos que sí son afines al género. Es inevitable que haya un poco de contagio entre amigos y, bueno, a uno le abren el espectro y gente como John Tones te hace apreciar cosas como el cine de Van Damme desde la perspectiva de la crítica de la subcultura; tiene un enfoque sincero y analítico muy interesante. Obviamente, cosas así te hacen fijarte más en otro tipo de literatura o cine que no sueles consumir y, en ocasiones, encuentras verdaderas maravillas. A esto hay que sumarle que durante mi primera etapa en Italia, sin tener mucha idea de italiano, tenía que coger constantemente trenes y lo que hacía era comprar en las estaciones los giallo, pequeños libros amarillos, muy baratos —que eran de terror y asesinatos—, o unos blancos de fantaciencia o ciencia ficción (Clark, Dick, Bradbury…). Eran libros en papel cebolla, de tres o cuatro euros y unas ciento veinte páginas, que yo cuando acababa dejaba en el propio tren.
Todo esto se te queda en la cabeza y, cuando me preguntaron por algún proyecto, pues uní a las personas que había conocido aquí en Madrid con esa literatura barata. Con la idea de recrear ese tipo de libros pero con autores españoles, conocedores del género y que durante su infancia hubieran mamado todo este tipo de cine y literatura. De esta manera, abordan el género no como un ejercicio de postmodernidad, sino como una verdadera pasión por el género.
¿Por qué eliges publicar a estos cuatro autores? Más allá, claro está, de una sanísima endogamia. Son autores muy ligados a Internet, a la cultura pop y a la crítica cultural.
Lo primero es decir que los cuatro son amigos míos. Podríamos decir que la editorial surge más gracias a Francisco Serrano que su novela, Perros del desierto, por la editorial, su trabajo fue fundamental para el inicio del sello. Francisco escribía en Libro de Notas, tenía una columna, El detective del país borroso. En la última etapa era la única columna de ficción pura, él estaba escribiendo una novela folletinesca por entregas que se titulaba así. Está completa online y gira alrededor de un detective que era una especie de John Constantine, un detective de lo oculto muy melancólico e introvertido pero que trabaja con espectros. Fran ya tenía prácticamente la mitad de Perros del desierto escrita cuando empezó Memento Mori, así que fue muy fácil reclutarlo; en cuanto la recibí, viendo lo buena que era, no me quedó ninguna duda.
A John Tones sí lo busqué, la idea era empezar con una novela de terror, pero no pude resistirme a la de Fran, así que para la siguiente sí busqué terror. Empezamos con un western, Perros del desierto, así que para la segunda novela decidí abordar el terror y para ello contacté con Tones a quien considero una de las personas que mejor entiende el terror que yo conozca.
Guillermo ya colaboró conmigo anteriormente, en una novela que le publiqué como editor a través de la web Libro de Notas: El intercambio celestial de Whomba, que es una novela juvenil y está disponible online. Él trabaja como guionista en series como Hospital Central y fue quien me mandó la idea. Una bala a Dios y otra al Diablo es una especie de Buffy Cazavampiros en del mundo de los abogados, la gente lo describe como Buffy McBeal, un abogado cazademonios.
Por último, a Noel Ceballos ya le había leído un folletín que se llama Violento Respiro y que está online, aunque lo escribió con seudónimo. A él sí que le contacté y le pedí que creara una novela tipo folletín, que es lo que más le gusta.
La verdad es que he contado con la suerte de tener a mi alrededor a gente muy buena y con interés por publicar su primera novela en papel. Son un grupo de gente de mi confianza, escritores que no iban a crear nada malo y con muchas ganas de colaborar.
¿Por qué publicar en papel? De las cuatro novelas publicadas por Memento Mori tan solo dos, las primeras, están por ahora disponibles en ebook. ¿Solo por el espíritu del papel barato para novelas pulp? Parece raro hoy en día que un nuevo sello editorial, más aún de algo tan poco popular (aparentemente) como la literatura de género salga al mercado en un formato físico.
Es una decisión de la propia Alegoría; es una editorial clásica y publican siempre en papel. Los dos libros de Memento Mori que están en ebook fueron sus primeros libros en aparecer en dicho formato. Ellos trabajan con una imprenta digital, lo que abarata los costes de producción muchísimo, no hay tiradas y se imprimen bajo demanda, de cien ejemplares en cien ejemplares y en tres días si hiciera falta.
Son libros de baja calidad física, las portadas son endebles y el papel es muy fino y barato. Esto concuerda con el espíritu del sello. Son libros para llevar encima y para destrozarlos tan solo de leerlos.
La pregunta del millón. ¿Ha funcionado bien esta incursión en la literatura de género?
Si funcionar bien significa no haber perdido con ello sí lo ha hecho, la editorial, y yo mismo, no hemos perdido dinero con el proyecto. Son libros tan baratos de hacer que es difícil perderles dinero.
Francisco y Ceballos sé que han vendido más que muchos libros de Mondadori, pero tiene más que ver con lo poco que venden algunos de Mondadori que con lo mucho que han vendido ellos.
No ha sido un éxito de ventas, no se puede mentir, pero tampoco ha sido un fiasco. Nos movemos por debajo del radar, mediáticamente no somos nada. Buscábamos hacer una pequeña grieta en la base del sistema y tratar de abrir el mercado a la literatura pulp, barata y de género. Hemos tenido la suerte de poder presentar los libros en dos ocasiones durante el festival de Sitges, lo cual ha ayudado mucho a la visibilidad dentro de nuestro nicho de mercado. Eso nos llevó a poder presentarlo en La Casa Encendida e, incluso, con los dos primeros salimos en su programa de televisión con un reportaje.
En los últimos tiempos han surgido varios proyectos de literatura de género en España. Prosa Inmortal con sus antologías de relatos y la novela de Daniel Ausente Mataré a vuestros muertos, o editoriales más pequeñas como La Pastilla Roja Ediciones, que crea antologías de género cada cierto tiempo. ¿Se ha creado esa brecha de la que hablábamos?
Prosa Inmortal son mis hijos, sus editores son Francisco Serrano y John Tones y en su primer número colaboro yo. Y su primera novela, Mataré a vuestros muertos, ya ha vendido más que cualquier Memento Mori. El mismo Daniel Ausente me dedicó su libro así: «A Alberto, el que lo empezó todo».
Ahora hay mucho movimiento y muchas editoriales como Ediciones Nevski se apuntan al carro de las antologías, en su caso con una de steampunk. Es el signo de los tiempos, esto está en el aire. Se juntan muchos factores: es más fácil editar ahora mismo, una imprenta digital cuesta muy poco dinero (comparativamente) y puedes hacer ediciones muy baratas que te permiten tener precios bajos. Internet ha abierto las puertas a las nuevas editoriales y si uno tiene buena mano puede hacer una gran labor de marketing por Internet. La maquetación se ha facilitado y ahora se puede aprender a maquetar algo de forma resultona. Por otro lado, todos aquellos nacidos entre el 74 y el 84 nos hemos criado viendo las mismas series, jugando a los mismos juegos y leyendo lo mismo, y ahora, con treinta años, están creando sus propios productos.
Lo que está claro es que en España ha habido un impás, una serie de años donde la literatura de género parecía desaparecer. Lo que sí parece suceder a nivel global es que la literatura de género va saliendo de su nicho; autores como King parecen consagrarse y Anna Starobinets es editada por Nevsky como si fuera Stanislaw Lem. McCarthy gana el Pulitzer con una novela que no deja de ser ciencia ficción apocalíptica, el nicho parece abrirse poco a poco y esto repercute a nivel español. Ahora, en prime time, en TVE tenemos El Ministerio del Tiempo, que es puro pulp.
Memento Mori se acaba entonces. ¿Podemos preguntar los motivos?
Es algo puramente personal. Tenía un acuerdo económico con ellos que me aportaba una serie de ventajas e incovenientes, y aunque nunca me compensó (tampoco lo hacía por eso) hay una serie de decisiones administrativas que quiero poder tomar yo. Me apetece editar temas más afines a mis propios gustos. He disfrutado trabajando con el género y estoy orgulloso de todo lo que ha ido surgiendo de ahí, pero lo mío es más clásico. Me apetece en un futuro no muy lejano iniciar una nueva aventura editorial, traducir otros autores al español desde diferentes idiomas y crear nueva literatura, pero más convencional. Este sería un proyecto al que dedicarme a tiempo completo, con una inversión importante y con un potente proyecto empresarial, por lo que queda como intención a medio plazo.
Un enlace a «Violento respiro» no estaría nada mal, please… :-)
Gracias.
Pues juraría que está aquí:https://violentorespiro.wordpress.com/2013/01/04/fragmento-3/
Aunque el propio Ceballos ha comentado alguna vez que es un borrador para ‘Escuela Nocturna’ y que mejor ir directamente a por él. Juraría que ahí está completo.